Parecerá totalmente obvio pero debo decir que la mayoría de nuestros clientes no tienen claro ni siquiera en un 50 % qué es lo que quieren o esperan de su instalación domótica.

Imagina que entras a un concesionario multimarca y le dices al vendedor: “Buenas tardes, necesito un auto”.

¿Cuál pensás que sería la respuesta del vendedor?

Seguramente algo como: “Perfecto caballero, ha venido usted al sitio adecuado, pero ¿qué tipo de auto está buscando?”

Si no tienes clara la respuesta es posible que acabes comprando un Ferrari para cargar herramientas o una pick-up para llevar los niños al colegio.

A la hora a invertir en una instalación domótica debes tener claro qué necesitas que te aporte y qué problemas quieres que te solucione.

Puedes buscar una instalación sencilla, para una casa en las sierras, que te permita controlar cualquier problema desde tu teléfono cuando no estás allí y, además, aportarte un buen nivel de confort durante tus vacaciones.

O bien puedes necesitar una completa instalación para una vivienda de 500 m2 donde vives con tus cuatro hijos, con muchas habitaciones y donde, además del confort, necesitas que la seguridad y la eficiencia energética sean factores muy importantes.

Si quieres aprovechar cada peso que inviertas en tu instalación domótica, ten hecha una lista con los aspectos que consideras fundamentales que estén cubiertos, otra con los que te gustaría pero de los que podrías prescindir y una última con verdaderos caprichos.

Si el integrador domótico es un buen profesional, diseñará tu instalación ideal. Ni te quedarás corto ni “matarás moscas a balazos”. Disfrutarás de cada peso invertido.

Author: Gustavo Lizio
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